Es un pasto perenne que se adapta a muchos tipos de suelos principalmente los
de mediana fertilidad y sin encharcamientos. Crece en alturas que van desde el
nivel del mar hasta los 1,800 m.s.n.m. y en regiones con más de 900 mm. de
lluvias.
Es un pasto que soporta hasta 6 meses de sequía y observa un buen rebrote con el
inicio de las lluvias. Se caracteriza por poseer un sistema radicular muy vigoroso.
Recomendado para cría y engorda de bovinos. Tiene buena resistencia a la sombra
y es susceptible a la mosca pinta de los pastos.
La siembra puede ser al voleo o en surcos separados a 80 cm. La preparación del terreno
consistirá en un paso de arado y dos o más de rastra, hasta obtener una buena cama de
siembra.
Siembre cuando el suelo presente condiciones favorables a la germinación y emergencia
de las plántulas. Mejores resultados son obtenidos cuando la humedad, temperatura y
luminosidad son elevadas. Evite sembrar antes de la normalización de las lluvias.
El primer pastoreo es factible realizarlo a los tres o cuatro meses después de la siembra
cuando se observa que la pradera presenta más de un 90 % de cobertura.
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